Huerta que se encuentra en la vereda La Paz del municipio de Melgar, Tolima, florece más que vegetales: está germinando una nueva generación de niños comprometidos con el medio ambiente y los valores comunitarios. Gracias al impulso del grupo de Policía Comunitaria y los auxiliares de la estación de Melgar, se desarrolla el proyecto de huerta productiva en Melgar, una iniciativa que combina educación, recreación y conciencia ecológica. El proyecto involucra a los niños que integran la cívica infantil y juvenil rural del municipio, quienes participan activamente en la siembra, cuidado y cosecha de productos agrícolas. Más allá de aprender sobre técnicas de cultivo, los menores fortalecen valores esenciales como la responsabilidad, el trabajo en equipo y el respeto por la naturaleza. “Queremos que los niños vivan una experiencia significativa, que les enseñe a valorar el esfuerzo colectivo y el impacto positivo que pueden generar en su entorno”, expresó uno de los líderes del programa de Policía Comunitaria. La huerta se ha convertido en un aula viva, donde cada semilla plantada representa una lección de vida. Además de los beneficios educativos, la huerta productiva promueve la seguridad alimentaria y el sentido de pertenencia. Los productos cosechados son utilizados en actividades comunitarias, lo que refuerza el vínculo entre los niños y sus familias, y fomenta el orgullo por su territorio. Este tipo de iniciativas son clave para el desarrollo integral de la infancia rural, y posicionan a Melgar como un referente en proyectos de educación ambiental liderados por instituciones públicas. La participación activa de la Policía no solo fortalece la confianza ciudadana, sino que demuestra que el trabajo conjunto entre comunidad y autoridades puede generar transformaciones reales. Con esta huerta, Melgar cultiva más que alimentos: cultiva esperanza, conciencia y futuro. Y tú, ¿ya conoces cómo una huerta puede cambiar vidas?